sábado, 27 de noviembre de 2010

la memoria en opacidades

LA MEMORIA: ENTRE LA REMEMORACIÓN Y EL OLVIDO
OPACIDADES PEDAGÓGICAS
(JOSÉ MARTÍN HRNÁNDEZ)

Históricamente no resulta soslayable aquel movimiento de deslinde del pensamiento entre lo metafísico y lo físico, filosofía especulativa y filosofía natural, cuya cúspide se alcanzó en el siglo ilustrado y cuyo influjo aún perdura.
La filosofía especulativa, campo de emergencia de toda una tradición, parecería rebasada por esa otra filosofía, la natural, que ya no exhibe debilidades de su linaje: las virtudes y defectos de la misma filosofía. Desde la ilustración, principalmente se ha reprochado a ésta la confusión por la diversidad de filosofías y la incapacidad de respuestas, al menos plausibles, a preguntas cruciales sobre el conocimiento, provocando su negación. En cambio, el pensamiento científico, la filosofía natural, continúa avanzando.
Y no es para menos, pues la misma historia ha dejado su enseñanza: recorrer los senderos filosóficos expone a la aventura, al extravío. La lección Kantiana implicaría aquí una doble dificultad, por cuanto no sólo se apela a una epistemología, sino también porque está implicada una pedagogía.
Inicialmente podemos apoyarnos en el modelo cartesiano, desde el cual el esfuerzo de pensamiento epistemológico invita a centrarse en una triada de raigambrefilosófica: justificación, evidencia y la racionalidad. Efectivamente, una mirada histórica al horizonte del pensamiento epistemológico exhibiría la variedad de formas y sentidos constitutivos de sí mismo.
En suma, el devenir del pensamiento ha abierto un camino a la contribución de una definición, en el acto de apelar a una tradición, sin embargo, también ahí el desacuerdo prevalece: ¿Platón? ¿Bacon? ¿Conocimiento? ¿Conocimiento científico?.
En una primera aproximación a los documentos puede extraerse una constante: los autores determinan que la relación entre la epistemología y la pedagogía ha de examinarse desde el campo de lo científico. Hoy es común escuchar y leer discursos catalogados como filosofía de la ciencia o sociología de la ciencia.
El nombre que algunos expertos han elegido, tomando la palabra antigua, es el de epistemología. Pero, ¿se trata de la misma epistemología que hemos llamado filosófica? Si no fuesen iguales, ¿en qué difieren? Para constituirse como campo de valor, el pensamiento científico ha fijado criterios, que, en tanto científicos, habrán de caracterizarse de conformidad con los adjetivos “correcto y autentico”, es decir, al apelar a la objetividad el pensamiento científico también ha fijado una forma de pensar como la única confiable.
Con esto a la vista es comprensible encontrarse con esfuerzos, denodados o débiles, por aclarar la cientificidad del campo de las ciencias sociales. Pero repetimos, ahora interrogando: ¿no será un esfuerzo inútil, truncado de antemano, esto es, artificioso? Hegel quizá tenga razón al proponer una astucia de la razón.
Al aparecer como producto de investigación se inscribe en una tradición de pensamiento y de trabajo. En consecuencia es lícita la formulación de expectativas, más si el tema las promueve. De cualquier manera habrá de aceptarse que para los autores indagar sobre tal calidad permitiría suponer una contribución a su esclarecimiento, quedando al lector aceptar su posición, sin que ello quiera decir que las preguntas no se formulen: ¿Qué se aclara? ¿Qué se pretende aclarar? Aventuremos ideas.
Ciertamente la aclaración y la valoración son necesarias en todo acto de calificación, pero esto no establece su obligatoriedad, a menos que se responda a un compromiso con una legalidad. De este modo, para los autores, el planteamiento de la cuestión de la cientificidad de la pedagogía podría realizarse considerando un doble aspecto.
Bajo la proposición de una epistemología especializada el propósito de los autores es profundizar en la polémica epistemológica de los discursos educativos. Una concepción tal de la epistemología implica que:
- No equivale a teoría del conocimiento.
- No equivale a metaciencia, a un suprasaber.(Bartomeu, cit por García, 2009).
Para la relación de la epistemología con la pedagogía ofrecen los autores, una serie de observaciones realizadas al interior de los discursos pedagógicos, en los cuales detectan una constante: para el pedagogo actual la preocupación por la epistemología es acuciante. Apoyándose en esta indistinción tampoco aceptan que el problema epistemológico en pedagogía se aclare evitando la palabra pedagogía y empleando la de Ciencias de la educación, como es el caso de (Moreno de los arcos cit. Por García, 2009).
Otra línea de pensamiento que encuentra entre los pedagogos mexicanos, y que consideran la más epistemológica de todas, la denominan epistemologista. La forma de plantearla refiere la propuesta de un criterio epistemológico para ser aplicado en el campo pedagógico.
Hasta aquí, y de acuerdo con lo precedente, insistimos con la interpretación que lee en esta obra la definición del problema epistemológico en pedagogía, visible por el propio discurso de los autores, como el de la cientificidad de ella.
La epistemología que sostienen y su aplicación en el campo pedagógico quedan indefinidas y sin justificación epistémica. Para nosotros considerando el contexto ya citado, es claro que, a pesar de negarlo o encubrirlo, los autores pretenden, como todo investigador, valor para su trabajo, para sus ideas, acaso sea pertinente mencionar que pretenden validez.
El enfoque epistemológico con el que aquí se examina la polémica sobre el estatuto de la pedagogía a fines del siglo XIX, mismo que (Blanche, cit. Por Santiago en García, 2009) denomina epistemología regional, forma parte de los enfoques alternativos que han aparecido en el campo de la reflexión filosófica de las ciencias.
Para Hegel la cientificidad acontece en el mundo del espíritu. Más aca de encontrar diferentes términos empleados por los autores, pedagogía, educación, teoría educativa, insistimos en nuestra pregunta: ¿Qué es eso de epistemología pedagógica? ¿a qué se refieren los autores cuando refieren una filosofía de la ciencia especializada?.
De conformidad con lo precedente, es claro que la epistemología, supuesta, en los libros revisados difiere sustantivamente de la que se propone. Por tanto se declara que, desde donde alcanzamos a ver, la tarea epistemológica en pedagogía no es el deslinde de ésta última en tanto científica, sino el de la comprensión del conocimiento que ofrece. Por ahora solamente se asienta, indicando la dirección en la que hay que marchar.

BIBLIOGRAFÍA
García, J., Juárez, F., y Soto, R. (2009). Teoría pedagógica: ¿Explicación o prescripción de la realidad educativa?: Opacidades Pedagógicas debate epistemológico, México, UPN., 21-65

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